Columna Especial 35 años del 1º campeonato

| domingo, 7 de junio de 2009

LA FIESTA QUE NOS DEBIAMOS LOS LEPROSOS


En su canción “Cinco siglos igual”, León Gieco canta que “En esta parte de la tierra la historia se cayó, como se caen las piedras aun las que tocan el cielo, o están cerca del sol o están cerca del sol”.La canción hace alusión a la conquista que invadió nuestras tierras hace 517 años en su afán de extender mercados,dominacion,ganancias y reinos.Sin embargo, los grupos de poder,los textos escolares,la mayoría de los historiadores, los medios periodísticos, hablaron siempre de otra cosa.En nuestra ciudad, desde el 2 de junio de 1974,muchas personas con la complicidad también de otros tantos, intentaron tapar el sol con la mano en relación a lo acontecido con la impresionante epopeya futbolística de Rosario, el mas grande placer y sueño consumado de cualquier hincha de fútbol de la Tierra y algún que otro planeta no descubierto aun con vida : salir campeón en la cancha de su máximo rival y dar la vuelta olímpica en su cara.

Eran épocas donde los adelantos técnicos eran insignificantes comparados con la actualidad y por ende, algunos acontecimientos no tenían la propalación adecuada, se dependía en demasía de los relatos de los presentes en ellos.Eran tiempos también donde los de Arroyito extrañamente salían favorecidos en todas clases de cuestiones como los sorteos de las canchas neutrales, negociaciones para la cancha del militar 78 y otras cuestiones políticas que no vienen al caso recordar ahora.En esos años, la cercanía del hito deportivo eran mas que suficientes para derribar cualquier intento de engaño en cuanto a lo vivido esa tarde pero a medida que fueron trascurriendo los años, el goteo permanente de las mentiras repetidas una y mil veces por los hinchas auriazules,ayudados por buena parte del periodismo local y el agravante de la misteriosa desaparición de las filmaciones, comenzaron a dejar instaladas algunas dudas que solo los que vivimos ese día éramos capaces de refutar.Si uniera las palabras de las veces que he discutido y a su vez contado lo que pasó ese 2 de junio,las vivencias aun vigentes de lo que mi adolescente cerebro almacenó, podría formar una tira que seguro daría varias veces la vuelta al mundo e imagino que todos los que estuvieron allí, hicieron lo mismo.Pero era insuficiente para tanta maquinaria intentando esconder la mugre bajo la alfombra,en el cínico proceder del miente, miente que algo quedará.

En nuestra sociedad la mentira no es vivida como tal,se trata de un problema cultural,es decir que hay distorsiones que no son vividas por muchas personas como mentiras y hasta terminan creyendoselas.Hasta que un día, algunos hechos facticos o pruebas contundentes terminan desenmascarando al impostor que las dice o proclama.Eso pasó este 6 de junio en Ñubel,con el festejo y conmemoración del 35ª aniversario de la primera estrella rojinegra que luce orgullosa en el firmamento leproso.El mismo 2 de junio, ya la familia ñubelista había vivido una noche única reencontrando de a poco el sentido de pertenencia, el que había sido bastardadeado y complotado durante los negros años del proceso lopecista.Esa noche hubo emoción por doquier, reencuentros, homenajes, dedicatorias, recuerdos de seres queridos; un eslabón mas recuperado para la cadena que motoriza al corazón rojinegro, rota durante 14 años y que de a poco se va rearmando.Pero el acontecimiento en el estadio cubierto superó todas las expectativas previas.Tener la posibilidad de ver a varios de los campeones del 74,con Mario Zanabria al frente junto al respetuoso apoyo de algunos integrantes del actual plantel, significó para mi el reencuentro con ese adolescente desprejuiciado,lleno de sueños y comprometido en una época que intentaba cambiar el mundo.Recuerdo nítidamente cuando viajé en 1975 a Paraguay-entonces gobernado por el dictador Strossner- para presenciar los partidos por la Libertadores.En la misma semana,Ñuls jugaba con Cerro Porteño(ganamos 1-0,gol de Obberti) y Olimpia(perdimos 2-0).Con el grupo que viajamos-tuve que hacerlo con un mayor y autorización de mi padre ya que era menor-fuimos al hotel donde se alojaban los jugadores.Varios de ellos estaban afuera, en la vereda,hablando con algunos hinchas.Mis compañeros fueron pero yo me quedé enfrente observándolos como si fueran dioses del Olimpo, ya que era tan grande la admiración hacia ellos que aun cerca los veía subidos a un trono imaginario!!

Por eso ayer fue muy fuerte el impacto emocional cuando los tuve delante mío; en un instante me vinieron de repente muchos recuerdos :la primera imagen que tengo de un partido de Ñuls,con Huracán donde Gironacci le atajó un penal a Tito Gómez y entre los que me llevaron estaba mi tío Antonio,fallecido.O cuando salimos campeones el día que le ganamos a Independiente 6-1 y nos abrazamos con mi otro tío, Juan que hoy tampoco está.Y la tenacidad para lucharle a la vida de Alberto, el que me llevó a River en 1971 y consoló en la derrota mas dura que había vivido; en mi padre con el cual sigo gozando del momento sublime de ir a la cancha.Porque Ñuls forma parte de nuestro ser, de nuestra cultura, de nuestro árbol genealogico.Muchas veces traté de entender cuando pibe, muy pibe, dejé de ver a la que en ese entonces era mi primera novia con todo lo que ello significa, porque sus padres eran muy canallas,recalcitrantes,despectivos hacia los ñulistas.Me lo cuestionaba reiteradamente ya que el dolor de la ruptura en ese momento era muy marcado pero la rebelión ante las afrentas superaban la amargura.No se negocia la familia y ser de la Lepra es parte de ello.Por eso fue muy importante que de una vez por todas se pudiera dar a conocer a todo el mundo, más allá de los que estuvimos allí, que pasó el 2 de junio de 1974.

Llenamos la parte del estadio que nos concedieron y como éramos mas que las entradas que nos dieron, empezamos a ocupar la tribuna en construcción en ese momento.Apañados por la policía trataron de intimidarnos antes del partido tirando bombas y no pudieron, pasaron a ganar y alentábamos igual,se pusieron 2-0 y no nos movimos, terminó el partido y entramos al campo de juego, trataron de impedir la vuelta y se la dimos en la cara.Basta de mentiras, esta fue siempre la verdad y desde ahora,la única verdad.Y la filmacion recuperada fue conseguida por los mismos hinchas ante el llamativo ninguneo de los medios a través de tanto tiempo.Dijo Rodolfo Walsh “ la única revolución definitiva es la que hace el pueblo y dirigen los trabajadores”.Los pueblos pueden ser muchas veces dominados pero no necesariamente sojuzgados en cuanto a sus ideales.Los hinchas de Ñubel sufrimos las consecuencias de un periodo nefasto pero luchamos para preservar la historia que nos hizo grandes.Salimos campeones en 1974 y nuestro mayor orgullo fue la bandera que nos permite hoy buscar los caminos que nos lleven al sitial que nos pertenece.Esos jugadores que hace 35 años marcaron el camino, ayer nos recordaron que ser de Newell`s es una decisión que marca a fuego un compromiso inclaudicable con la historia.Porque así como hubo un proceso destructor también hubieron en la vida contemporánea del club, presidentes como Emilio Carello,Eduardo Gallo, Mario García Eyrea,Armando Botti entre otros, continuadores del sueño de Isaac y Claudio Newell.Por ello, doy gracias infinitas a Juan Carlos Montes y sus dirigidos que nos regalaron la inconmensurable alegría de la primera vez,que resultaron ser los cimientos del Ñubel grande que todos queremos.Salud campeón!!!!!!!!!!!!

Roberto



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